lunes, 21 de diciembre de 2009

La Patria Chica

España es un gran país. Al menos eso pienso yo. Aunque, discutiendo con alguna gente me he dado cuenta de que muchas veces confundimos sentimientos respecto al lugar del que procedemos y la forma en que nos relacionamos con él. He sido acusado en varias ocasiones de nacionalista, cuando en realidad no me considero realmente merecedor de ese epíteto. Explicaré por qué.

El nacer en un lugar determinado y vivir su día a día hace que, a la larga, entendamos su idiosincrasia. No estoy hablando de "España como Destino Universal", ni de ese difícilmente concretable espíritu de la nación del que Cánovas habló en su día, y evidentemente tampoco hablo de tópicos regionalistas anticuados. Hablo de que el saber cómo un país y la gente que en él vive reacciona ante determinados sucesos es importante a la hora de juzgar a ese lugar. Me siento orgulloso en realidad de cómo este "apéndice europeo de África" ha superado muchos problemas a lo largo de la historia. No niego que nos hemos equivocado en algunas ocasiones, que hemos sido bárbaros y cerriles, pero ¡todos los países lo han hecho! La leyenda negra de este país ha sido alimentada por otros, que a su vez no parecen ver sus propios fallos. ¡La Inquisición fue una salvajada! Sí, pero en Alemania se quemaron muchas mujeres inocentes acusadas de brujas, al igual que en Inglaterra o en los EEUU. ¡Los consquistadores masacraron a las poblaciones indígenas! Es cierto, pero los jóvenes Americanos aplastaron a la mayoría de los pueblos indios de norteamérica sin parpadear, y los británicos no tuvieron problema en explotar a poblaciones indias para obetener pólvora y salitre en India o Diamantes en sus colonias africanas.

¡Es injusto! Un inglés puede sentirse orgulloso de reyes medievales y modernos sin sonrojarse ni ser acusado de opresor ni fascista por la mayoría de sus congéneres, mientras que en España defender la figura de Carlos V, Felipe II o incluso Alfonso X ya hace que muchos te miren como si fueras un carlista. ¿Dónde está el problema? ¿Nos avergonzamos de nuestra historia? Sí y No. El problema es que aquella triste dictadura que gobernó el país durante 40 años, junto con sus seguidores y los nostálgicos que han quedado (que muchas veces son no-stálgicos por no haberla ni vivido ni entendido) se han apropiado todos los personajes, símbolos, hazañas y demás muestras externas de "orgullo patrio", embadurnándolas de un sentido historicista que sólo quiere explicar lo que ellos hacen. No hay por donde agarrarlas si no eres uno de "ellos", porque escurren a las manos de la seriedad y el análisis objetivo.

Propugno pues un nuevo nacionalismo español. Uno que se base en el análisis de la historia, uno que entienda lo que somos y lo que hemos de ser ¡lo que se espera de nosotros! ¡lo que esperamos de nosotros! Jamás diré que España es el mejor país del mundo, ni que no necesitamos al resto de países. Lo que digo es que tenemos que entender nuestro lugar en el mundo, estar orgullosos de nuestras raíces sabiendo por qué lo estamos, criticar lo que creamos conveniente; y precisamente cuando entendamos este orgullo sin que sea cerril o irracional, incorporarnos a la gran familia que ha de ser Europa y más aún, al clan Mundial, sin tener que agachar la cabeza por vergüenza y sin tener que creernos mejor que nadie. ¡Ser de verdad Una, Grande y Libre!

1 comentario:

  1. El nacionalismo es un sentimiento que no puede estar basado en un proceso tan complejo como el análisis histórico, o sí, pero en cualquier caso la gente necesita símbolos para definir ese sentimiento. El problema del franquismo es más profundo y por lo tanto más dificil de superar. El problema es que nos dejó sin un solo símbolo compartido por todos. Últimamente el deporte español está empezando a ser utilizado como ese punto de unión, pero para conseguir un sentimiento que realmente nos una necesitamos un largo proceso de búsqueda de símbolos o de redefinición de los que ya existen. Individualmente podrías convencer a todo el mundo con tu análisis histórico, pero no tienes que convencer al individuo sino al subconsciente colectivo y, por algo se le llama subconsciente, no puedes acerlo a través de un proceso tan racional.

    ResponderEliminar