viernes, 11 de junio de 2010

La circunstancia, el hombre y su capacidad de modificarla.

Una serie de charlas y escritos con amigos me han llevado a reflexionar sobre un particular de la realidad humana: ¿la circunstancia, es decir todo aquello que nos rodea y afecta, se halla o se crea?
Más allá de lo propiamente filosófico de la pregunta y que podría a llevar a más de un utilitarista a aseverar el clásico: "eso es muy bonito en la teoría, pero en la práctica no sirve para nada" quiero decir que esta pregunta esconde un desarrollo profundo que me parece interesante compartir.
Quiero partir de la idea inicial de que en mi "irracionalidad" considero que la circunstancia no es un constructo inamovible y que por tanto es sensible de ser modificada por el yo, es decir, por el hombre; en resumidas cuentas, el hombre puede destruir y crear su circunstancia. En base a esta premisa, el razonamiento posterior y natural, y pilar fundamental de la que quiero compartir en el post, es que el hombre por su naturaleza de vector de cambio puede modificar la circunstancia que le acompaña en todo momento. El hombre es capaz de cambiar aquello de su circunstancia que no le sirve o le estorba para el progreso.
Este ejercicio de superación puede propiciarse a diversos niveles, pues es viable tanto en el terreno de lo personal, en el terreno de lo social o en el terreno de lo natural.
Para realizar el proceso de destrucción/construcción de la circunstancia el hombre puede hacer uso de diversas estrategias propias, también de su propia naturaleza, es decir, en el marco de su naturaleza social. La colaboración activa y colectiva, siempre y cuando seamos capaces de diferenciar "colectivo homogéneo" y "colectivo de individuos" que en primera instancia es lo que nos interesa reseñar, puede convertirse en el vehículo necesario para derrumbar aquellas construcciones circunstanciales nocivas o perjudiciales y el vector de la construcción de una circunstancia nueva propicia para el desarrollo pleno.
Habrá quien vea en mis palabras las reminiscencias del optimismo ilustrado, del pensamiento utópico renacentista o incluso del colectivismo social de XIX/XX.
Acepto la comparación, pero siempre poniendo por delante que la intención de este post no es más que despertar del letargo a aquellos que han perdido la conciencia de su naturaleza posibilista con el cambio.
Las reminiscencias pueden ser pasadas, los objetivos son futuros.
Creo que es hora del cambio.

6 comentarios:

  1. Estupenda introducción, pero no dices de qué manera destruye/ contruye el hombre sus cirscustancias. Estrategias...¿cuales? Tal vez en el siguiente post.

    ;)

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  2. Es que si lo digo ahora no puedo hacer un segundo post en el que demuestro que es hora de hacer una nueva política a través del proceso destrucción/construcción...
    :D

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  3. El hombre, en cuanto a que interacciona con su circunstancia, por ese mismo hecho, la modifica. Es algo connatural a la estructura de la vida. Este hecho innegable, no lo es solo a ese nivel, sino que también es atestiguado a a nivel de la estructura de la materia mediante principios como la Relación de incertidumbre de Heisenberg.

    Ahora bien, a mi me surgen una pregunta, ¿puede modificarla el hombre a su antojo, entendiendo esto como transformarla hasta hacerla ajustarse a una idea preconcebida de ella? Y si no puede, ¿hasta qué nivel es capaz?

    Entramos aquí en un camino, a mi entender, bastante farragoso y en el que es difícil asegurar que se posee la verdad. No obstante, considero que la circunstancia en relación con el yo marca la capacidad del yo para modificar la circunstancia. Esto es, puedo modificar la circunstancia hasta el nivel que ella me permita y dentro de ese rango, hasta el nivel que yo logre con mis acciones o mis decisiones.

    Así pues, ¿puedo cambiar mi circunstancia o ella se cambia a sí misma a través de mí? Entramos ya en una discusión sobre en determinismo de la que tampoco veo que podamos salir.

    Entonces, ¿donde llegamos? A que podemos trabajar en modificar la circunstancia, y siempre lograremos algo (aunque no necesariamente en nuestra dirección y quizás sí en la opuesta). En relación a esto ¿qué debo hacer para conseguir cambiar mi circunstancia? Habrá caminos con más probabilidad conseguirlo o con menos (que parece que has explorado y espero ansioso su descubrimiento en una "segunda entrega"), pero nada nos asegura su consecución.

    ¿Es esto ya el escepticismo? Sí en cuanto a que no puedo estar seguro de qué va a pasar, pero eso no es una excusa para permanecer pasivo ante la circunstancia. Exploremos los caminos "posibles", busquemos los "probables", al fin y a cabo "probablemente" consigamos nuestros objetivos.

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  4. Sobre uno de los enfoques que creo que el compañero Immanuel quiere darle, es el aspecto político.

    La superacion de las barreras implicitas a la propia persona/colectivo, y la destruccion/construcción desde una posición previa adversa, la considero, como poco plausible.

    Pero, dandole mi tradicional enfoque global, quizás el planteamiento debería ser el siguiente, y hablando desde una estrategia de marketing, el analisis dafo. Analizar las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas, y a partir de la circunstancia previa, poder usar las propias variables que tienen (las cuales, algunas, seamos claros, son insalvables) para llegar a un objetivo.

    Solo la creación de nuevas situaciones con variables diferentes, es lo que permite el avance, es decir la superación es estas circunstancias. Las contradicciones como modelo superador. La dialectica en definitiva.

    Al igual que hablo a nivel político, pienso, e intento, aunque no aseguro el exito de mi misión, que puede verse la vida, o entenderse para ser mas correcto, como ese proceso de contradicciones internas que van desmoronando poco a poco una serie de circunstancias, y creando otras que deben ser derribadas.

    Espero no haberme liado mucho :P

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  5. ... a mi me hablas de vectores y me emociono!

    Papi

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